Bloqueo de Franceses
Francia efectuó un bloqueo al puerto de Buenos Aires
El 28 de marzo de 1838, Francia borro del mapa al comercio bonaerense y los puertos de la Confederación Argentina tras bloquear el puerto de Buenos Aires.
La excusa con la cual ejecutaron el bloqueo y la toma de la Isla Martín Garcia, fue por un supuesto aballasamiento a los derechos de los ciudadanos franceses por el gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Pero esa no era la verdadera razón. En realidad, la Ley de Aduana impuesta por el gobernador de ese momento, que dictaba que cualquier producto extranjero tenga que pagar un arancel de a veces hasta un 50%, y en algunos casos, la total prohibición de su comercialización, perjudicaba a la economía francesa. Francia logró promover movimientos revolucionarios en contra de Rosas, en las provincias argentinas y en el Uruguay, pero sus intentos fracasaron.
El bloqueo duro 2 años, hasta que Francia se retiro y Buenos Aires tomó posesión de los territorios perdidos a manos de los franceses gracias al tratado Mackau-Arana, que dictaba el fin del bloqueo naval a Buenos Aires.
Sin embargo, en 1843 volvieron los conflictos, pero esta vez Francia contaba con el apoyo de Gran Bretaña.
Harto de estos conflictos, Rosas decidió bloquear el puerto uruguayo y atacó a Montevideo. Por estas causas, comerciantes franceses y británicos pidieron la intervención de sus gobiernos. Así, en 1845, las potencias europeas bloquean el puerto de Buenos Aires y deciden avanzar por el río Parana con el fin de negociar directamente con las provincias del interior.
Por esto, el 20 de noviembre de ese año se produce la Batalla de la Vuelta de Obligado en el partido de San Pedro. La victoria fue del gob. de Rosas y, sumado a que las importaciones británicas cayeron gracias al avance de las tropas del general Oribe, en 1849 y 1850, se firmó un pacto de paz entre la Argentina, Francia y Gran Bretaña.
Gracias a la firmeza de El Restaurador de las Leyes, San Martín le entrega su sable corvo a este último en 1844. En el testamento, decía lo siguiente:
“El Sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina D. Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.